Considero importante enumerar algunas características anatómicas para tener en claro en el momento de describir las especies. La idea es tener un acercamiento a las diferentes partes de la estructura corporal de los ofidios, sin entrar en detalles demasiado específicos o complejos.
El tamaño de las serpientes es extremadamente variable. Teniendo en cuenta el registro fósil, la serpiente más larga sería Titanoboa cerrejonensis, ejemplar hallado en el año 2009 en el norte de Colombia (en sedimentos de entre 58 y 60 millones de años) y que tenía una longitud aproximada de 12,8 metros. La especie más pequeña del mundo sería Tetracheilostoma carlae (familia Leptotyphlopidae), que mide entre 9 y 10 cm de longitud y está distribuida en la isla de Barbados y descripta en el año 2008. Las serpientes más grandes pertenecen a las familias Pythonidae y Boidae (Pitones y boas). Los datos de longitud máxima son algo confusos, ya que hay mediciones que son totalmente confiables y otras que no están confirmadas, ya que han sido medidas en un ámbito no científico e informal, o con animales que no mantienen su estructura corporal consistente, e incluso con mudas de piel (que pueden estirarse). La especie más larga es Python reticulatus, cuya longitud máxima alcanza los 10 metros (Citas 8 y 9). En el caso de las boas, a una misma longitud que una pitón, suelen ser más gruesas. En la familia Boidae, la especie más grande es la Anaconda amazónica Eunectes murinus, que alcanza al menos los 8 metros de longitud (existen datos de longitudes mayores a 11 metros)(Citas 8 y 9). En la mayoría de las especies de serpientes, las hembras suelen ser más grandes que los machos.
Las serpientes son organismos que tienen los miembros reducidos o ausentes (esto último es lo más común). Presentan escamas epidérmicas que pueden ser lisas o carenadas (Fig. 1). El número de escamas en las distintas partes del cuerpo es una característica importante para diferenciar especies. La mayoría de los ofidios tienen escamas ventrales alargadas lateralmente que se llaman gastrotegas (las del infraorden Scolecophidia no las tienen) (Fig. 2).
El cráneo tiene una gran capacidad de movimiento entre sus partes (Quinesis craneana) como resultado de modificaciones y reducciones óseas (Fig. 3). Hay uniones ligamentosas entre algunos huesos del cráneo, por ejemplo entre las dos ramas mandibulares, lo que le permite mover una separación y movimiento que no podría ser posible de otra manera. Las vértebras y costillas están presentes en gran número y no hay esternón. No presentan autotomía caudal, a diferencia de los saurios que tienen la capacidad de cortar su cola en determinadas zonas de la misma (zonas de clivaje intervertebral).
En la cabeza podemos observar las narinas y los ojos, que no tienen párpados como tales, sino que tienen Brille, que es una fusión embrionaria de los párpados en forma de escama o placa transparente que se recambia con el resto de las escamas cuando el animal muda su piel (Fig. 4). En la familia Viperidae (en nuestro país las Yarará y la cascabel) además pueden aparecer fosetas loreales (entre la narina y el ojo) (Fig. 5), que son termorreceptoras. En la familia Boidae puede haber fosetas labiales (Fig. 6), en las escamas supra e infralabiales, con la misma función que las fosetas loreales (aunque de menor eficacia). Poseen una lengua bífida la cual utilizan para capturar partículas químicas y dentro de la boca son transportadas hasta unas fosas en el paladar que conducen al órgano de Jacobson o vomeronasal, que es un órgano quimiorreceptor auxiliar al epitelio nasal típico (Fig. 7). Las serpientes tienen oído interno y oído medio. El interno es un saco membranoso lleno de fluido que contienen los receptores sensoriales, y ese saco está suspendido en una cavidad ósea o cartilaginosa del cráneo, la cual está llena de fluido, llamada cápsula ótica. El oído medio está modificado, ya que no presenta membrana timpánica (a diferencia de la mayoría de los reptiles) y la columella auris (huesecillo encargado de transmitir las vibraciones desde la membrana timànica -en quienes la tienen- hacia el oído interno) está en contacto con el hueso cuadrado (situado en el extremo mandibular posterior y superior). Entonces las vibraciones son transmitidas en gran parte por la mandíbula hacia la columella auris y luego al oído interno (Fig 8).
Respecto de la dentición (Fig.9), se las clasifica según la disposición y estructura de los dientes del maxilar. Algunos dientes son macizos y otros presentan surcos o canales por donde discurre el veneno. Se clasifican en:
Anodontes: Sin dientes en el maxilar
Aglifodontes: Dientes macizos, sin surcos o canales. Se dividen en dos tipos:
Isodontes: También se los puede llamar “homodontes”. Todos los dientes tienen un tamaño similar. Aunque puede haber una variación gradual del tamaño, nunca es una diferencia totalmente dispar en tamaños de un diente al siguiente.
Anisodontes: También se los puede llamar “heterodontes”. Existen uno o dos dientes en la parte posterior del maxilar que son notoriamente más grandes que el resto.
Glifodontes: Algunos dientes tienen un surco o canal para que discurra el veneno.
Opistoglifodonte: Presentan dientes de mayor tamaño en la parte posterior del maxilar, y estos tienen un surco superficial, poco profundo, por el que discurre el veneno.
Proteroglifodonte: Tiene dientes de mayor tamaño en la parte anterior del maxilar, y estos dientes tienen un surco profundo por el cual discurre el veneno. Es más efectivo que el opistoglifodonte por posición de los dientes y la profundización del surco.
Solenoglifodonte: El maxilar está muy acortado y lleva uno o dos dientes largos y con un canal totalmente cerrado, como una aguja hipodérmica, por donde corre el veneno. Es el más efectivo de todos.
Esta característica anatómica en las diferentes familias que tenemos en la República Argentina se observa de la siguiente manera:
Familia Typhlopidae: Dentición aglifodonte isodonte.
Familia Leptotyphlopidae: Sin dientes en el maxilar (anodonte)
Familia Anomalepididae: Dentición aglifodonte isodonte
Familia Boidae: Tienen dentición aglifodonte isodonte.
Familia Colubridae: Pueden presentar dentición aglifodonte (isodonte o anisodonte) u opistoglifodonte.
Familia Elapidae: Poseen dentición proteroglifodonte.
Familia Viperidae: Tienen dentición solenoglifodonte.
Muy interesante tu trabajo, sin dudas nos será de utilidad a todos. Felicitaciones.
Me alegro que sea de utilidad. Muchas gracias por tus palabras.
Saludos!